jueves, 14 de enero de 2010

Alma de gorda

Después de un par de cosas que no me salieron bien, que me salieron mal, que me salieron como siempre, terminé en la panadería, comprándome media docena de sánguches de miga; en el súper, aprovechando las ofertas en cervezas, o en la heladería, comprándome un cuarto, y un rato después otro cuarto más.
Y descubrí mi alma de gorda que busca en el morfi un paliativo para la frustración.
Después me acordé de cuando, postadolescente, me reventaba una buena parte programada de mi sueldo en una rotation ansiosa por disquerías comprándome CDs nuevos.
Y comprobé con amargura que en realidad tengo alma de consumista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir...