miércoles, 16 de marzo de 2016

Tengo tarjeta

Mi madre, con la natural impunidad que caracteriza su proceder, hace unos meses me dijo que sacó una tarjeta de crédito a mi nombre, y que la dejaba ahí, en la cajita negra de la biblioteca. Por supuesto, no queda claro si la puedo usar como se me cante, si tengo que reintegrarle la guita que gaste, de qué modo, etcétera.
Igual, esto no importa demasiado porque soy una persona que casi no consume, que tiene pocas tentaciones de consumo y que la mayoría de esos consumos no se pagan con tarjeta.
Lo más curioso, irritante, desconcertante y otros adjetivos más es que yo no firmé nada. ¿Cómo es que un banco da una tarjeta de crédito a alguien que no firmó nada, que no tiene trabajo en blanco, que no está bancarizado, y, de nuevo, que no firmó nada?
¿Es posible que eso suceda? ¿Es legal? Porque supuestamente acá no va a pasar ninguna cosa extraña, pero tranquilamente mi madre podría reventar la tarjeta y dejarme ese muerto a mí. Bah, creo. Porque no tengo tarjeta… eh, digo… porque no sé cómo funciona el mundo de las tarjetas.

No hay comentarios: